
Expertas en movilidad piden soluciones permanentes para los problemas de tráfico de Monterrey
Por: Paulina Morales Meléndez y Alonso Zepeda Nevárez
Los carriles reversibles, aunque son alternativas temporales que desfogan por horas el tráfico de algunas vías, no son la solución para los problemas estructurales de transporte que presenta Monterrey y su área metropolitana, dijeron expertas en temas de movilidad, que le pidieron a las autoridades impulsar estrategias más completas e integrales que beneficien a toda la ciudadanía.
El pasado 20 de enero, día en que miles de estudiantes regresaban a clases de preparatoria y universidad, la Alcaldía de Monterrey habilitaba un carril de contraflujo en la avenida Gonzalitos, en el sentido de norte a sur, que comenzó a funcionar a manera de prueba en las mañanas y que, ante los buenos resultados, fue implementado de manera permanente desde el 11 de febrero.
Este carril reversible o de contraflujo, que pasó de tener una demanda de entre 800 y mil 500 vehículos a 4 mil 200 al día, está operando de lunes a viernes en un horario de las 6:30 a las 8:30 de la mañana y abarca 3.5 kilómetros desde la calle Pico de Orizaba en la colonia Urdiales hasta la avenida Lázaro Cárdenas en los límites con San Pedro, en un trayecto sin accesos o salidas intermedias.
Aunque el Alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza, dijo que no se trata de una solución definitiva para los problemas de movilidad que presenta la ciudad, su Administración estudia abrir más carriles de contraflujo, como una solución a corto plazo. Esto, impulsado en parte por los resultados que se han logrado con la medida en Gonzalitos, que ha reducido significativamente la cantidad de automóviles que contribuyen al tráfico de vehículos en la avenida y que ha logrado reducir en 25% los tiempos de traslado en esa zona.
De la Garza adelantó que el municipio está estudiando la posibilidad de implementar un carril reversible que funcione durante las horas de mayor tránsito en las tardes sobre la misma avenida Gonzalitos, pero en sentido contrario, de sur a norte. Además, a partir de marzo entrará en operación un carril de contraflujo sobre la avenida Paseo de los Leones, en su sentido de oriente a poniente, que estará habilitado de las 4:00 de la tarde a las 10:00 de la noche. En arterias como Chapultepec, Morones Prieto y Fidel Velázquez también se adoptarían estas medidas de desfogue vehicular.
Ante esta solución, que se implementará en varias avenidas con exceso de flujo vehicular, Mariana Bahena, experta en planeación urbana, diseño sistémico y sustentabilidad integral, afirmó que el carril de contraflujo puede funcionar como medida temporal; sin embargo, no es una solución a largo plazo.
“Es algo que ya se ha hecho en otras partes de la ciudad, como en la Carretera Nacional, pero sigue siendo una medida adaptativa y de urgencia que puede agilizar el tráfico en ciertas horas en una parte de la avenida, pero no resuelve el problema de fondo, el problema de transporte en la ciudad”, indicó Bahena.
Yazmín Viramontes, directora de la organización Camina y maestra de la Universidad de Monterrey (UDEM), opinó que está bien la implementación del contraflujo, pero coincidió en que no solucionará los problemas de manera estructural.
“Lo que se tiene que plantear es cómo mover a más personas en un periodo de tiempo determinado y con recursos y modos de transporte determinados. No solo se trata de mover carros”, afirmó la experta.
Bahena también destacó que ya es una necesidad solucionar los problemas de vialidad, mejorar el uso de suelo y detener la expansión urbana en Monterrey, debido a que ésta se ha expandido cinco veces más de lo esperado en un período de más de 30 años.
De igual manera, sugirió que para avanzar en la solución de los problemas de tráfico se debe relacionar la movilidad y la habitabilidad de los ciudadanos, y no desarrollar una planeación urbana que priorice a los automóviles en lugar de a las personas.
“Debemos construir una ciudad más humana, más densa en población por sectores para poder enfocarnos en la micromovilidad de las personas y hacer una vida que no requiera tanto movimiento en carro”, añadió Bahena.
Por su parte, Viramontes dijo que la mejora en la gestión de recursos físicos que se destinan a obras de transporte público por parte de los gobiernos de Nuevo León y Monterrey puede hacer la diferencia en la movilidad pública, así como los horarios, rutas y la equivalencia de disponibilidad de rutas a las horas de mayor demanda del servicio.
Bahena aseguró que se requiere un incremento en la inversión para el transporte público colectivo porque, dijo, en Monterrey se hacen muchos proyectos aislados de urbanismo, pero se necesita inversión en urbanismo conectado, integrado y colectivo. Si se implementa esto, ya no se necesitaría un carril de contraflujo, ya que no habría tantos automóviles en la ciudad, afirmó.
“El verdadero reto es a nivel metropolitano y no a nivel municipal, y es crear una mezcla de transportes accesibles, colectivos, integrados y diseñados para la persona, no para los carros”, destacó Bahena.
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