Entrevista exclusiva con la Agencia Informativa UDEM.

“Nuestra chamba es ampliar la calle para que ustedes transiten con mayor libertad”: Tatiana Clouthier


En el marco del Día Internacional de la Mujer y la tercera edición de #UDEMxTODAS, Tatiana Clouthier, exsecretaria de economía, platicó con reporteros de la Agencia Informativa sobre el rol de las mujeres en el sistema político mexicano.


Por: Isabela Tortolero y Alejandro Espinoza

Las luces, cámaras y micrófonos estaban acomodadas. En la Agencia Informativa habíamos preparado el espacio desde antes de las 12 de la tarde, pues nos habían dicho que a esa hora llegaría Tatiana Clouthier a la entrevista.

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, la Universidad de Monterrey (UDEM) preparó la tercera edición de #UDEMxTODAS, en donde la exdiputada y exsecretaria de Economía del Gobierno federal, participó en el panel “Mujeres en la política”. 

A las 12:10 todavía no sabíamos nada y comenzamos a planear qué preguntas dejaríamos fuera. Pocos minutos después, con una sonrisa despreocupada, un termo forrado con chaquiras y un bolso colgando del hombro, entró a las oficinas de la Agencia.

El ámbito político ha estado dominado históricamente por hombres, pero poco a poco las mujeres han empezado a ocupar más espacios. ¿Cuál es tu visión sobre la participación de las mujeres en el sistema político?

En 1953 se logró el voto para las mujeres y se abrió una pauta para que pudiéramos participar de forma activa en la toma de decisiones como un derecho. Luego empezamos a ver destellos de mujeres con participación en la vida pública, sobre todo a nivel municipal. Las mujeres, sin embargo, siempre eran las suplentes. Era una estrategia armada desde el Estado para que fueran las segundas y eso también se veía en la vida privada. Vino un movimiento fuerte de un grupo de mujeres antes de la llegada de Vicente Fox a la presidencia, con la Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing, en 1995. Se rompió una barrera para lograr un avance y surgieron las cuotas de género, las cuales siguen generando debate. Las cuotas, desde mi punto de vista, deben tener una fecha de caducidad, es decir debe ser un simbolismo de que se logró y a lo que sigue. La paridad tiene que ser impuesta mientras se normaliza y se vuelve cotidiano. Ver cosas menos alejadas de nosotras y que el derecho vaya ganando territorio. 

¿Qué consideras que falta por hacer?

 No podemos seguir repitiendo modelos porque si no, no avanzamos. Nuestra chamba es ampliar la calle para que ustedes transiten con mayor libertad. 

¿Qué balance puedes hacer sobre la relación entre el gobierno de Morena y la igualdad de género en el ámbito político?

Vamos a ponerlo en varios cajones. Desde la campaña estaba claro cuáles candidaturas eran para las mujeres y cuáles para los hombres. Esto rompió los cánones porque históricamente sólo se ponían a las mujeres en lugares en donde no era viable ganar. Luego está lo del gabinete paritario, que empiezan a adoptar otros actores. El gran tema, el elefante que está frente a nosotros es la violencia contra las mujeres. Sin embargo, el enfoque ha tenido un sesgo porque parece que nos olvidamos que el primer acercamiento es el municipal, el segundo es estatal y el último es el federal. Además, no hemos señalado la parte de las legislaturas y el poder judicial, en donde tiene que estar la gente entrenada para capacitar. 

¿Cómo crees que pueden trascender estas medidas más allá de este gobierno?

Trascienden. No hay paso que des, en este sentido, que pueda tener una reversa. Tú ya no puedes, en el aeropuerto, en los edificios gubernamentales, quitar las salas de lactancia. Recuerdo que la Secretaría de la Función Pública nos dijo que en el mes de marzo todas las contrataciones tenían que ser mujeres. Son mecanismos que te permiten emparejar la cancha. Por otro lado, cuando las mujeres llegan al poder –público y privado– la gran pregunta es: ¿para qué?, ¿para repetir patrones masculinos o para hacer las cosas con una visión distinta?

Entrevista exclusiva con la Agencia Informativa UDEM.

¿Identificas riesgos en el plano gubernamental?

Sí, y me puedo meter otra vez en el tema de la paridad que quedó establecida en la ley. Aquí los estados tendrían que estar bajando lo que se estableció. En Nuevo León se hizo pato el gobierno y se hizo pato el Congreso. No tenemos paridad electoral y no tenemos paridad en el Poder Judicial. ¿Qué se tiene que hacer? Que la agenda que te dio la sombrilla federal sea arrastrada hacia lo estatal para que esta realidad se construya desde abajo. 

Es decir, que haya una concurrencia en los gobiernos. 

Así es. El hecho de que en el momento que nos obligaron a decir mujeres y hombres tuvimos la consciencia de empezar a visibilizar lo que estaba dado por sentado en el hombre. Creo que estos cambios son irreversibles. No creo que haya poder humano que le meta reversa y menos con un Congreso paritario. No hay manera. 

Sobre los medios de comunicación, ¿cómo has percibido el trato de los medios en torno a las mujeres que hacen política?

No lo puedo generalizar. Yo tuve un trato maravilloso por parte de los medios de comunicación. Sin embargo, sí tuve una experiencia con un comunicador, Joaquín López Dóriga, que empezó a criticar mi vestimenta. Ayer veía un estudio en el que se afirma que cinco de cada 10 mujeres son discriminadas por asuntos estéticos. Hubo un programa de televisión que despertó críticas porque la mujer presentadora repitió ropa en la semana, mientras que el hombre se puso la misma corbata todos los días y nadie dijo nada. Hay diferencias sutiles que culturalmente fueron impuestas de una forma subliminal y no somos conscientes hasta que somos conscientes.

En los mismos medios de comunicación se ha posicionado el tema de la polarización. ¿Esta visión sobre el escenario actual se debe interpretar con una connotación negativa o como un proceso de democratización del debate público?

Las dos visiones son reales. ¿Es bueno o malo? No me gusta poner esas etiquetas. 

¿Vislumbras tu participación en alguna candidatura o con algún gobierno?

Quien se agacha, no aparece en la foto. Y si sacas la cabeza, te la cortan. Entonces, ¿qué te puedo decir? Despacio, que voy de prisa.

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